Buscando una vez mas ese símbolo, no imagen perfecta que todos creen. Mas bien esa vinculación de a falta de uno del otro, amigos íntimos y libres, pero sin ser traidores. Buscamos lo que buscamos, libertad íntima y semejanza, lo que nos falta y que nos puedan enseñar.
Hoy en día es un desapego continuo, una lucha continua en saber en donde circulamos, a donde vamos y que es lo que realmente nos hace llegar a un punto no feliz pero si satisfactorio.
Para mí, la felicidad es un escaparate estúpido de falsas fantasías. Quiero esa libertad que me quite estar expuesto al orden y ejemplo de ser para alguien lo que no admira de mí.
No quiero ser presa del deseo, ni del pánico de no saber, solo transformar lo que pienso, siento, valoro y quiero.
Entre otras cosas, la experiencia obtenida en este viaje hasta ahora, me ha traido muchas idas y desavenidas, pero no soy un cadaver del pasado, mi sed rebelde no se va a quedar esperando a que los demás se fijen en lo que pierden, mi premio será lo que no busque, y me de otra lección nueva.
Que no es otra que decirme, estas equivocado, no todo lo que vivistes, vives o vivvirás son oasis en el camino.
La rebeldía es hija de la experiencia. -Leonardo Da Vinci
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