teniendo percepción de todo y sólo observando,
sabiendo quien necesita mi ayuda aunque no me la pida,
no sirviendo a quien acorrala con su marcha la voz del humilde,
paseando y pensando la formas y gestos, los impulsos y las costumbres,
es tan becerril a veces el alrededor que cae en monótono.
Un amplio caos alrededor que no me gustaría ser partícipe,
gente muda de personalidad y precaria de conocimiento,
el mundo en llamas y alarmas de apariencia,
jerarquías de estado y racionalismo mínimo,
jueces de sentimientos y belleza desordenada,
si la gente tuviera el mismo aspecto que sus pensamientos...
A veces, pienso en hacer una mochila y vivir en el monte,
lejos del caos y estrés manipulado,
no quiero vivir culpable y esclavo de una sociedad,
ni sentirme indignado por que las personas se acomodan a no luchar.
Sólo pienso un poco, aunque parezca negativo,
sólo busco la lucha por no ser uno más del montón,
no por estar encima del resto,
sólo ser uno mismo,
no un títere con las cuerda de la cabeza y piernas rotas.
