Los cuentos no nacen de los sueños,
nacen del deseo de querer tener lo que no tienes,
muchas veces cuando miramos desde la ventana,
solemos ver no lo que hay sino lo que queremos que nos entre
por los ojos y nos cegamos al resto.
Pero cuando vemos algo que se escapa de lo que queremos ver
nos escondemos en el engaño que es no saber ver lo que vemos,
es duro ver una sopa fría si la querías caliente,
las sonrisas que te abrazaban
se transforman en un vacio, a veces, insostenible.
Pensar y sentir diferente cuando ves que no era como lo veías,
disfrazar un sentimiento con otro no es la solucción.
Un cuento retrasa a otro y mientras el tiempo pasa,
no hay prisa, el corazón late mas lento,
entre un pulso, entre sentir y pensar,
la cabeza ha ganado la batalla al corazón,
el corazón es vulnerable y traidor buscando la seguridad,
la cabeza tiene la voz y la experiencia y te da la calma.
Aunque no creas que la cabeza mantiene al corazón,
aunque el recuerdo te empape por dentro
y no te deje ver mas allá de la razón,
te cree conflictos y desesperación,
y quierass oir las respuestas a las preguntas que te lanza el corazón,
el silencio te esté martilleando y te haga vulnerable,
poco a poco la vela se va apagando,
aquella vela que se encendió hace casi una década atrás.
La vida es una reflexión tras otra,
la vida no es lo que piensas,
es lo que no ves y tienes que saber interpretar en el día a día,
y cuando no ves todo se escapa a veces cuando no puedes manejarla,
pero lo que no sabes es una cosa,
la única vida que es manejable es tu propia vida,
y no la de los demás...
Si has querido y has luchado por ello,
eso es lo que no te puede hacer sentir como derrotado,
coge tu corazón con la mano abierta,
abrázalo y nunca lo sueltes,
por que sin el no serías quien eres,
y quiérete por dentro,
si te quieren sabrán entenderte, oirte y te buscarán,
en cambio, si es una carrera loca por olvidar...
Solo tú eres el dueño y señor de tus latidos,
esos latidos que manejan tus deseos y sueños,
y te hacen sentir y querer como tu eres.
Aunque la madurez no hay que abandonarla,
y ser un bobo de los sueños y los deseos,
sin saber ver que no todo..
es un cuento que nace de los sueños...
sino de saber manejar lo que vemos en la realidad
y tener ambición por luchar
con el corazón y con la experiencia.
que te da la vida cada vez
que te enseña una dura lección
que aprender y superar.
