ángel del demonio, Singularity (VI) Sakhael

Todo es maravilloso cuando nada te esculpe
de lo prohibido, de lo infinito que es sentirse libre
del placer que es ver la existencia como un breve viaje
de la ayuda que te da sincerarte contigo mismo...
Eso mismo pensó Sakhael, cuando no quiso ser vínculo
de una jerarquía ajena a sus plegarías,
su alma esbozó de misería alrededor,
nada ni nadie le llamaba a su paso...
Se reveló consigo mismo y cayó del paraiso del silencio,
su divinidad se arrojó al vacio para saciar su sed
de misterio, sus alas revozarón el abismo,
mientras su rostro se pelaba de la coraza que lo custodiaba.
Abrió sus ojos tibios y transparentes, aunque fríos
de imágenes que espolvoreaban su color con una profunda
pupila que dilataba su longeva vida abandonada
al misterio de sentir o padecer.
Al ver un mundo nuevo, sintio un tremendo golpe interior
parte de su forma se quedó en el camino,
parte de su energía le fué quitada,
calló en un agujero interior sepulcrado por la intolerancia
de su alma divina al reunirse con su otra alma humana,
las imágenes se repetian en su mente,
los fotogramas de vidas pasadas castigaban sus primeros pasos
al renacer...
Se hizo largo su viaje interior, y su vida tan corta
que se consumió a si mismo en un mar maldito,
oscuro y profundo...