La mala educación

Quién pintó tu silueta con duende para desnudarme por dentro donde más duele? Y fantasear con mi comportamiento, ridículo y a veces infantil buscándote en los sueños, tal cual pirata náufrago del deseo.
Ya solo queda...
Los recreos en los bares de paseos... Las risas de las fechas festivas acompañadas de intrépidos acontecimientos... Las noches en vela recordando las dulces aventuras intercambiando emociones que ahora son como fantasmas en los sueños malditos... Con eternas despedidas que te abofetean el templo interior que creías seguro...
Hace tiempo que no tengo desapego a nada, ni suspiros que martillean mi razón de ser. Ni miedo a que pensará o pasaría. Hace tiempo que soy mas pirata que nunca, sin reglas que me guíen ni locuras de pasión desbordantes.
Ahora, sonrío a solas cuando compongo que haceres, me peleo con el mundo que no comparto, construyendo una obra de teatro donde yo muevo las escenas.
Tragicomedia de una mala educación, por que hay sentimientos que no pueden educarse al antojo de otros, el tiempo y la experiencia te hacen ver con otro prisma las cosas, y te acoges a la vida de forma espontánea e improvisando.
Sin un maldito guión, pero con la naturalidad de ser imperfecto.