salvas tus emociones de un maldito sueño que azota una experiencia pasada,
después de intentar turbar ese estado incómodo,
vuelvo a intentar conciliar el sueño sin querer pensar,
camuflando esa experiencia, que me enseñó a saber pensar diferente,
y dejar fluir el tránsito de las cosas sin depender,
viendo algún documental que me ayude a conciliar el sueño robado.
A veces, me gusta recordar el sueño,
pero el final suele transformarse en una mala experiencia,
tal vez, por que no quiero engañarme ni en sueños,
o quizás, sirva para no olvidar lo aprendido.
Ya hace tiempo, pero no tengo miedo,
no tengo miedo a saber ser sin tener que interpretar,
a fluir por mi tránsito sin disfrazar el estado hacia fuera.
Si sientes necesidad de fingir algo falla en tu camino,
quizás, debas saber leer con calma y sin información innecesaria,
donde estás, que haces y por qué.
Del mismo modo no llenar una pecera con demasiada decoración,
pues ahogarías a los peces, a falta de agua vital
y con overbooking material tóxico...
Qué tiene de especial la vida después de tener lecciones duras?
La humildad como herramienta de trabajo,
la experiencia como método de adiestramiento,
la paciencia como virtud de templanza,
y tener pocas palabras para saber ser,
aprender y luego dar.
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