Aquí estoy, mirando al cielo desde el abismo.
Buscando unas alas que me devuelvan a ser mortal,
un retorno casi olvidado, pero siempre en el punto de mira.
Recuerdo sentir el miedo, el despojo y el desamparo,
ver caer todo de mis manos,
las lágrimas caer en silencio y las sonrisas mientras soñaba despierto.
Alguien dijo que era como un niño en un cuerpo de adulto,
nunca negaré esa forma de verme pues era cierta,
pero la experiencia me da la razón de ser como soy por algún motivo.
Nunca niegues tu forma de ser es parte de tu vida,
es tu coraza, tu reflejo al mundo, tu forma y estado.
No puedes construir un reino sin saber como puede ser destruido.
No me importa nada, pero me importa todo al mismo tiempo,
débil en la teoría y noble en la práctica.
Aunque algo ha cambiado pero no sé si ocurrirá algo
que me llene el vacio que siento a veces,
oscureció demasiado para ver,
pero mantengo la ilusión de no sentirme ciego en el camino.
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